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sábado, 9 de febrero de 2008

LA LETRA AUTÉNTICA DEL HIMNO A CHUQUISACA


El joven poeta Ricardo Mujía,
autor del Himno a Chuquisaca arbitrariamente adulterado

Texto Wilson García Mérida (Revista “OH” domingo 14 de enero de 2007)
Fotos Cortesía Luis Ríos Quiroga
IDENTIDAD Académicos y munícipes capitalinos restituyen la letra original del Himno a Chuquisaca, escrita por el poeta Ricardo Mujía, tras más de 50 años de una extraña deformación que sufrió aquel bello canto al Primer Grito Libertario
En noviembre del pasado año, a partir de una prolija recopilación documental realizada por el académico Luis Ríos Quiroga, los parlamentarios chuquisaqueños presentaron ante el Senado Nacional un Proyecto de Ley (todavía sujeto a su correspondiente tratamiento legislativo) que “reconoce la versión original del Himno a Chuquisaca” para subsanar “una superposición de versos que desdicen e incluso deforman la idea original del autor de dicho himno”.
Según Ríos Quiroga, la poesía de este himno fue alterada, “sin razón alguna”, a partir del año 1950. Aunque el investigador no identifica a los responsables de aquella deformación, lo cierto es que desde entonces los chuquisaqueños —especialmente los niños en las aulas— cantaban una oda a su gesta libertaria que, en monografías y cancioneros escolares impunemente publicados, es un mal “plagio” del original escrito por el poeta Ricardo Mujía.
Considerado uno de los poetas modernistas que mejor representó en Bolivia la vena lírica y romántica de Rubén Darío a comienzos del siglo XX, Ricardo Mujía obtuvo el Primer Premio en un concurso convocado en 1908 para celebrar los cien años del levantamiento chuquisaqueño del 25 de Mayo, destacándose entre 35 composiciones que compitieron en aquel histórico “Certamen Literario Musical”.
Ricardo Mujía, como todos los contendientes, participó en el concurso de 1908 bajo un seudónimo muy al estilo de la época y el suyo fue “Dick”.

UN RIGUROSO JURADO
En el informe del jurado calificador emitido en Sucre el 16 de enero de 1909 con la firma de José María Linares, N. Ortiz y J.M. Urdininea, se lee:

“Con todo, los lijeros defectos apuntados por nosotros, que probablemente no le sean para otras personas, no empañan la nítida belleza de esta composición, firmada por Dick; de tal suerte que la calificamos en primer lugar y por ende, digna del primer premio, como justo galardón al superior poeta, a quien nosotros olvidando tal vez las bondadosas tolerancias de imparciales juzgadores, hemos tratado rudamente extremando las censuras de la crítica negativa sin elogiar lo bastante (pues para ello nos faltarían palabras) todas aquellas partes —que son casi la totalidad del himno— en que el cantor al 25 de Mayo se muestra delicado, tierno y pródigo de vehementes arranques de entusiasmo patriótico”.
En su riguroso escrutinio y afán perfeccionista, el jurado calificador había observado algunas líneas del poema sugiriendo su modificación; pero Mujía los mantuvo tal cual los había presentado en el concurso. Los calificadores no insistieron y dejaron que el “inspirado vate” conserve intacto su texto, “esperando nos disculpe, siquiera en mérito de lo mucho, pero mucho, que nos ha gustado su himno”.
El poema fue musicalizado con una composición de Eduardo Berdecio, quien participó en el concurso de partituras bajo el seudónimo de “Anton”. Eligieron esa música, en abril de 1909, los jurados Emilio Bonel,
Carlos Doynel, Otto Kenning y Cayetano Llovet. Berdecio adaptó su partitura a los versos de Mujía.

IMPUNE DEFORMACIÓN
El 2 de mayo del 2006, el Concejo Municipal de la ciudad de Sucre (llamada Chuquisaca durante la Audiencia de Charcas) aprobó una ordenanza “para socializar la letra original de nuestro himno en todas las instancias a nivel departamental, nacional e internacional”.
La municipalidad capitalina, mientras la Ley del Senado está pendiente de aprobación, ya restituyó oficialmente la letra original y la difunde mediante su portal de internet.

Una comparación entre la letra original compuesta por Ricardo Mujía y el “himno trucho” que no se sabe quien impuso, no deja de escandalizar. La adulteración ha sido extrema y se diría depredante, tanto así que atenta contra la identidad histórica del pueblo chuquisaqueño y contra la memoria del poeta Mujía.
El autor, dice Luis Ríos Quiroga en la nota preliminar de su recopilación documental, “redujo toda su expresión literaria, la finalidad política de libertad. Lo más sustancioso del himno gira precisamente alrededor de este eje; una manera de difundir las ideas libertarias y el recurso de proselitismo político usado por los revolucionarios de Mayo para sembrar las ideas libertarias en el continente”.
Sin embargo esa épica concepción es destrozada en la versión deformada.
Ricardo Mujía estructuró sus versos en tres estrofas y cuatro coros, con un total de 10 párrafos. La versión deformada abarca seis estrofas totalmente desconectadas y sin relación alguna con la estructura original.

El contenido también ha sido adulterado sin piedad. Como observó Juan José Pacheco Balanza en el prólogo al trabajo de Ríos Quiroga, encontramos en el poema original bellas metáforas gestadas por Ricardo Mujía, como por ejemplo en la primera línea del Himno que dice: “A la luz que al surgir en oriente”, que fue sustituida por “A la luz sonrosada del oriente”.

ESTROFAS Y COROS
Pero el desastre es más ostensible al constatarse la alteración en el orden de las estrofas.
El coro con que se inicia el canto de Mujía ha sido transferido al tercer párrafo de la versión adulterada, la misma que comienza con el cuarto párrafo del original. Para colmo, el verso original “Coronada de lauros la frente / Canta ¡oh pueblo! tu gloria inmortal”, ha sido suplantado por “Deja oh Charcas que irradie en tu frente de la gloria el laurel inmortal”.
Por si fuera poco, la tercera estrofa y los dos últimos coros que la rodean originalmente, han sido suprimidos sin más qué decir.
El profesor Luis Ríos Quiroga, quien obtuvo del Archivo y Biblioteca Nacionales — y de manos de Gunnar Mendoza— copias autenticadas del texto y de la partitura que ganaron en el certamen del 908, busca reivindicar la obra de Ricardo Mujía, acercándonos al Bicentenario de 25 de Mayo.
“Por consiguiente” —reclama Ríos Quiroga— “el Himno a Chuquisaca, en letra del poeta Ricardo Mujía y música de don Eduardo Berdecio, debe considerarse oficial porque además de galardonados con el Primer Premio en el certamen de 1908, ubican el pensamiento de libertad en un contexto histórico-social que recuerdan a los próceres de mayo, fieles intérpretes de un mandato: la soberana voluntad de un pueblo cuyo destino era y es la libertad”.

Coro
A la luz que al surgir en oriente
acaricia tu sien virginal,
levantando dichoso la frente
canta ¡Oh pueblo! tu gloria inmortal

Primera estrofa
"Libertad, Libertad" es el grito
que se escucha doquier resonar,
de las grietas andinas al llano
y del llano a las ondas del mar
El pampero le lleva en sus alas
hasta el antro en que ruge el jaguar,
y en las rocas los nidos de cóndores
se estremecen al oírle vibrar

Coro
¡Veinticinco de Mayo! En oriente
del sol brilla en el carro triunfal
coronada de lauros la frente
canta ¡oh pueblo!, tu gloria inmortal

Segunda estrofa
"¡Libertad, Libertad!" y descienden
las legiones al campo a luchar,
y sucumban los héroes clamando:
"¡Nuestra vida por ti, Libertad!"
Vencedores las huestes altivas
forman pueblos, familia y hogar,
y en el cielo dibújase el "iris"
que cobija su dulce heredad

Coro
Bajo el iris que asoma en Oriente
de las nubes tras roto cendal,
coronada de lauros la frente,
canta ¡Oh, pueblo! ¡Tu gloria inmortal!

Tercera estrofa
"Libertad". Es el grito potente
fuiste tú la primera en lanzar,
de los Charcas gloriosa ciudad!.
Veinticinco de Mayo es el nimbo
de la luz circunda tu altar
donde dejan los pueblos hermanos,
sus ofrendas de amor y de paz!

Coro
Que tu nombre en América vibre
como nota de su himno triunfal,
corazón de la América libre,
canta, canta tu gloria inmortal
Dick (Ricardo Mujía)

BREVE SEMBLANZA DE RICARDO MUJÍA
Ricardo Mujía nació en Sucre en 1861. Tenía 47 años cuando escribió el Himno a Chuquisaca. Además de su producción literaria que abarca sus “Ensayos Literarios” publicado en Buenos Aires en 1891, “Poesías Líricas” en 1898 y “Penumbras” en 1928, es también autor del himno al Colegio Junín de su ciudad natal.
Ejerció la diplomacia en plena crisis de la Primera Guerra Mundial, trabajó a fondo el tema marítimo presionando a Chile con estrategias muy creativas. También fue embajador en Italia, además de canciller.
Es autor de un voluminoso y visionario estudio sobre los límites con Paraguay, a partir de lo cual representó a Bolivia en Asunción firmando el famoso Protocolo Ayala – Mujía de 1913.
Un hijo suyo que se asentó en Paraguay, Benjamín, contrajo nupcias en 1920 con la célebre beldad asunceña María Anselma Clotilde Heyn Denis, más conocida como Anselmita, quien fue la primera “Miss Paraguay” elegida en 1915.
Ricardo Mujía falleció en 1934, en plena Guerra del Chaco.