Respondiendo a un desafío de historiadores paceños.
Sergio Villa Urioste
El día 15 del corriente en la Revista OH!, página N°. 9, publicaron un artículo muy interesante que lleva el título “Los herederos de la revolución de Julio”, escrito por la señorita Mónica Oblitas.
En la página N°. 11 se encuentra un subtítulo, “El desafío”, como parte componente del mismo artículo. Ahí los historiadores, señorita Genoveva Loza Balsa y el señor Juan Reyes Aramayo, envían un desafío a los historiadores chuquisaqueños para que demuestren con documentos donde se gestó el primer grito libertario. Me extrañó que al momento de lanzar el reto, esta respetable pareja no haya mostrado en esa ocasión, por lo menos, un documento que nos corrobore que se dio el primer levantamiento en la ciudad de donde ellos son naturales, La Paz. Tampoco ofrecieron mostrar las pruebas que favorezcan al 16 de Julio de 1809.
El desafío lo hicieron a los historiadores chuquisaqueños, y el que escribe no se siente incluido entre ellos, y por lo tanto no debía responder a la demanda que hacen pero, como sucrense me veo en la necesidad de aceptar el reto. Solo soy un ciudadano, como muchos, que es muy aficionado a la historia, leo todo lo que llega a mis manos, y siempre hago mucha preferencia con los libros que tratan este tema. Luego de leer varias de estas obras, y de diferentes autores, me percaté que desgraciadamente existen investigadores que narran en sus libros acontecimientos que nunca ocurrieron, es decir, que no están basados en los manuscritos que nos dejó la Colonia, y resultan siendo sus narraciones de pura invención de ellos, eso sí, siempre nos dicen que sus libros están basados en documentos, sin embargo, nunca los muestran ni tampoco nos indican en qué archivo se encuentran o quién los tiene. Y no falta alguno que dice “que leyó varios manuscritos que se encuentran en poder de un amigo”, y no indica el nombre del amigo, ni tampoco transcribe el documento en su libro pero, de esta manera él está amparando sus versiones ficticias. Este proceder hace desconfiar de la seriedad de esos investigadores. Tampoco faltan los que dicen que transcriben el texto de “un libro que escribió el historiador equis” que, cuando se busca el tenor supuestamente transcrito, no se lo encuentra, resumiendo, nos mienten.
Ante esta clase de circunstancias a veces me veo en la necesidad de “curiosear” entre los manuscritos existentes en los archivos de mi ciudad. Con el pasar del tiempo llegué a reunir bastantes datos de estos papeles antiguos y de los libros de historia, muy especialmente de esas recopilaciones impresas hechas por nuestros historiadores y de los manuscritos de otrora. Le cuento que resulta para mí toda una aventura hacer el seguimiento de algún acontecimiento del pasado.
A continuación copiaré fragmentos de esos documentos que cualquiera puede encontrarlos y que nos dejaron los testigos oculares del período de la revolución de 1809, ellos demuestran que el 25 de Mayo de 1809 sí hubo una revolución, y que aquí se dio el ejemplo y de aquí se irradió a todas las colonias españolas en América, incluyendo la propaganda que hicieron los platenses para inducir a los paceños al levantamiento:
Don Juan de Goyeneche, el 10 de Agosto de 1809, le escribió una carta al Conde de la Casa Real de Moneda de Potosí, y en la misma comenta de su hijo el Brigadier José Manuel:
“… que la pericia, buen pulso y ascendencia que tiene con todos, a de apagar las chispas que han cundido en La Paz, al perverso ejemplo de Chuquisaca y quiera Dios que no trascienda a otras partes.”
Si en la ciudad de La Plata no hubo revolución, ¿qué es lo que cundió a la ciudad de La Paz?
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Del Informe que hizo el Virrey Abascal, cuando entregó la silla virreinal al nuevo Virrey Pezuela en 1816, sobre los acontecimientos ocurridos el 25 de Mayo y el 16 de Julio, copié los siguientes textos:
Refiriéndose al 25 de Mayo: “… lo que había dado lugar a que el contagio se extendiese hasta La Paz, siendo ya de temer que se hiciese general en las demás provincias…”
Si en La Plata solo fue una “asonada” que duró un día, ¿de qué se contagiaron los paceños para hacer su levantamiento?
Continúa el Informe: “… de urgente y necesaria la determinación de estrechar á los revoltosos de La Paz y Chuquisaca, las nuevas ocurrencias de la misma especie, suscitadas en Quito, levantando descaradamente el estandarte de la Independencia, la corroboraron…”
También cundió la revolución platense hasta Quito, ¿o por qué imitaron la idea de los revolucionarios de La Plata aclamando: ¡Viva Fernando VII!?, ¡y todavía aseguran que no pasó nada en Chuquisaca! No somos los chuquisaqueños los que refutamos a los historiadores paceños, son los documentos los que los contradicen.
Más adelante: “… pero la acostumbrada circunspección y acierto del Comandante General (Goyeneche), le determinaron a consultar al señor Nieto su anuencia para la ejecución de los reos de La Paz, puesto que habiendo sido estos seducidos por los de La Plata, era preciso que guardase uniformidad y consonancia de penas…”
No creo que por una asonada o mitin los paceños hayan sido “seducidos por los de La Plata” para que se levanten, ¿o tal vez por tratarse de una revolución peligrosa ellos tuvieron que hacer un esfuerzo (declaración de Catacora) para involucrarse en el levantamiento? Pues, fue gracias a la capacidad de convicción que tenía el emisario enviado desde La Plata, Mariano Michel.
Sigue: “… por cuyo conducto recibí anoche la carta de V.E. de 23 de Julio, en que me instruye de haber trascendido á la ciudad de La Paz las turbaciones de Chuquisaca y enterado V.S. de mis disposiciones…”
Si en la ciudad de La Paz hicieron la primera revolución, ¿qué clase de turbaciones trascendieron desde Chuquisaca para que en esa ciudad se subleven?
Sergio Villa Urioste
El día 15 del corriente en la Revista OH!, página N°. 9, publicaron un artículo muy interesante que lleva el título “Los herederos de la revolución de Julio”, escrito por la señorita Mónica Oblitas.
En la página N°. 11 se encuentra un subtítulo, “El desafío”, como parte componente del mismo artículo. Ahí los historiadores, señorita Genoveva Loza Balsa y el señor Juan Reyes Aramayo, envían un desafío a los historiadores chuquisaqueños para que demuestren con documentos donde se gestó el primer grito libertario. Me extrañó que al momento de lanzar el reto, esta respetable pareja no haya mostrado en esa ocasión, por lo menos, un documento que nos corrobore que se dio el primer levantamiento en la ciudad de donde ellos son naturales, La Paz. Tampoco ofrecieron mostrar las pruebas que favorezcan al 16 de Julio de 1809.
El desafío lo hicieron a los historiadores chuquisaqueños, y el que escribe no se siente incluido entre ellos, y por lo tanto no debía responder a la demanda que hacen pero, como sucrense me veo en la necesidad de aceptar el reto. Solo soy un ciudadano, como muchos, que es muy aficionado a la historia, leo todo lo que llega a mis manos, y siempre hago mucha preferencia con los libros que tratan este tema. Luego de leer varias de estas obras, y de diferentes autores, me percaté que desgraciadamente existen investigadores que narran en sus libros acontecimientos que nunca ocurrieron, es decir, que no están basados en los manuscritos que nos dejó la Colonia, y resultan siendo sus narraciones de pura invención de ellos, eso sí, siempre nos dicen que sus libros están basados en documentos, sin embargo, nunca los muestran ni tampoco nos indican en qué archivo se encuentran o quién los tiene. Y no falta alguno que dice “que leyó varios manuscritos que se encuentran en poder de un amigo”, y no indica el nombre del amigo, ni tampoco transcribe el documento en su libro pero, de esta manera él está amparando sus versiones ficticias. Este proceder hace desconfiar de la seriedad de esos investigadores. Tampoco faltan los que dicen que transcriben el texto de “un libro que escribió el historiador equis” que, cuando se busca el tenor supuestamente transcrito, no se lo encuentra, resumiendo, nos mienten.
Ante esta clase de circunstancias a veces me veo en la necesidad de “curiosear” entre los manuscritos existentes en los archivos de mi ciudad. Con el pasar del tiempo llegué a reunir bastantes datos de estos papeles antiguos y de los libros de historia, muy especialmente de esas recopilaciones impresas hechas por nuestros historiadores y de los manuscritos de otrora. Le cuento que resulta para mí toda una aventura hacer el seguimiento de algún acontecimiento del pasado.
A continuación copiaré fragmentos de esos documentos que cualquiera puede encontrarlos y que nos dejaron los testigos oculares del período de la revolución de 1809, ellos demuestran que el 25 de Mayo de 1809 sí hubo una revolución, y que aquí se dio el ejemplo y de aquí se irradió a todas las colonias españolas en América, incluyendo la propaganda que hicieron los platenses para inducir a los paceños al levantamiento:
Don Juan de Goyeneche, el 10 de Agosto de 1809, le escribió una carta al Conde de la Casa Real de Moneda de Potosí, y en la misma comenta de su hijo el Brigadier José Manuel:
“… que la pericia, buen pulso y ascendencia que tiene con todos, a de apagar las chispas que han cundido en La Paz, al perverso ejemplo de Chuquisaca y quiera Dios que no trascienda a otras partes.”
Si en la ciudad de La Plata no hubo revolución, ¿qué es lo que cundió a la ciudad de La Paz?
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Del Informe que hizo el Virrey Abascal, cuando entregó la silla virreinal al nuevo Virrey Pezuela en 1816, sobre los acontecimientos ocurridos el 25 de Mayo y el 16 de Julio, copié los siguientes textos:
Refiriéndose al 25 de Mayo: “… lo que había dado lugar a que el contagio se extendiese hasta La Paz, siendo ya de temer que se hiciese general en las demás provincias…”
Si en La Plata solo fue una “asonada” que duró un día, ¿de qué se contagiaron los paceños para hacer su levantamiento?
Continúa el Informe: “… de urgente y necesaria la determinación de estrechar á los revoltosos de La Paz y Chuquisaca, las nuevas ocurrencias de la misma especie, suscitadas en Quito, levantando descaradamente el estandarte de la Independencia, la corroboraron…”
También cundió la revolución platense hasta Quito, ¿o por qué imitaron la idea de los revolucionarios de La Plata aclamando: ¡Viva Fernando VII!?, ¡y todavía aseguran que no pasó nada en Chuquisaca! No somos los chuquisaqueños los que refutamos a los historiadores paceños, son los documentos los que los contradicen.
Más adelante: “… pero la acostumbrada circunspección y acierto del Comandante General (Goyeneche), le determinaron a consultar al señor Nieto su anuencia para la ejecución de los reos de La Paz, puesto que habiendo sido estos seducidos por los de La Plata, era preciso que guardase uniformidad y consonancia de penas…”
No creo que por una asonada o mitin los paceños hayan sido “seducidos por los de La Plata” para que se levanten, ¿o tal vez por tratarse de una revolución peligrosa ellos tuvieron que hacer un esfuerzo (declaración de Catacora) para involucrarse en el levantamiento? Pues, fue gracias a la capacidad de convicción que tenía el emisario enviado desde La Plata, Mariano Michel.
Sigue: “… por cuyo conducto recibí anoche la carta de V.E. de 23 de Julio, en que me instruye de haber trascendido á la ciudad de La Paz las turbaciones de Chuquisaca y enterado V.S. de mis disposiciones…”
Si en la ciudad de La Paz hicieron la primera revolución, ¿qué clase de turbaciones trascendieron desde Chuquisaca para que en esa ciudad se subleven?
Solamente seleccioné una pequeña parte de todo el Informe, pues sería muy extenso transcribir más pasajes que demuestran que la revolución de Mayo ocurrió.
Los complotados de la ciudad de La Plata tuvieron la idea de hacer la revolución con la aclamación de “¡Viva Fernando VII!”, esta invocación tenía el propósito de confundir a los españoles ocultando el verdadero objetivo del levantamiento, es decir, “hacer la guerra al Rey con el mismo Rey, fue la aclamación que revolvió los espíritus, la consigna explícita de todas las revoluciones en la Colonia” (Mariano Carvallo). Este vitoreo fue utilizado en ciudades como La Paz, Quito, Buenos Aires, Santiago, Tarija, Lima, Cuzco, Caracas, Sultepec en México y ¡quién sabe cuantas ciudades más!, pues también en la revolución en Dolores (México) lo hicieron. He ahí una de las pruebas que demuestra la difusión de la revolución de Mayo. Si no hubo revolución en La Plata ¿cómo podía haber cundido este vitoreo a todas las poblaciones de la Colonia?
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A los Oidores de Charcas que se involucraron en la revolución de Mayo, las autoridades españolas les siguieron un juicio. De todas las preguntas, numeradas, que les hicieron los inquisidores, ahora transcribo la N°. 60:
“Si saben que estando quieto el Perú, y sin que se atreviese pueblo alguno, grande ni pequeño a sacudir el suave yugo de N.C.M. el Señor Fernando Septimo i la Junta Central que a su nombre, nos gobierna luego que se difundió el mal ejemplo de esta ciudad, primera en su revolución se siguieron las de La Paz, Santa Cruz y Quito, organizadas baxo vn mismo Plan de Gobierno revolucionario, los incalculables gastos, y prejuicios que son notorios.”
Esta pregunta sola y sin necesidad de la respuesta que debieron haber dado los Oidores, confuta a todas las versionas que alegan que en La Plata no hubo revolución. Sin duda que los jueces inquisidores españoles estaban más informados que los historiadores paceños. Son muchos los legajos que narran este movimiento y que nos dejaron los peninsulares.
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“Si saben que estando quieto el Perú, y sin que se atreviese pueblo alguno, grande ni pequeño a sacudir el suave yugo de N.C.M. el Señor Fernando Septimo i la Junta Central que a su nombre, nos gobierna luego que se difundió el mal ejemplo de esta ciudad, primera en su revolución se siguieron las de La Paz, Santa Cruz y Quito, organizadas baxo vn mismo Plan de Gobierno revolucionario, los incalculables gastos, y prejuicios que son notorios.”
Esta pregunta sola y sin necesidad de la respuesta que debieron haber dado los Oidores, confuta a todas las versionas que alegan que en La Plata no hubo revolución. Sin duda que los jueces inquisidores españoles estaban más informados que los historiadores paceños. Son muchos los legajos que narran este movimiento y que nos dejaron los peninsulares.
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De la carta escrita desde la ciudad de La Paz el 20 de Diciembre de 1809, de don José Manuel de Goyeneche dirigida al General don Vicente Nieto, Presidente de la Audiencia de Charcas, veremos dos fragmentos:
Refiriéndose a La Paz: “… los autores de la conmoción de esta, fundan el origen de ella en el mal ejemplo que dio el Tribunal de Charcas según aparece de las declaraciones de los Reos hablando a Ud. con la verdad y la Justicia que adopto, diré que los Oydores aprovechan la semilla que hace años que ha cundido aquí delegando a Michel para que sordidamente inquietare los ánimos…”
Refiriéndose a La Plata: “… De aquí han nacido los proyectos de independencia y el fomento de los Murillos, Lanzas, y demás caudillos de esta revolución…”
Refiriéndose a La Paz: “… los autores de la conmoción de esta, fundan el origen de ella en el mal ejemplo que dio el Tribunal de Charcas según aparece de las declaraciones de los Reos hablando a Ud. con la verdad y la Justicia que adopto, diré que los Oydores aprovechan la semilla que hace años que ha cundido aquí delegando a Michel para que sordidamente inquietare los ánimos…”
Refiriéndose a La Plata: “… De aquí han nacido los proyectos de independencia y el fomento de los Murillos, Lanzas, y demás caudillos de esta revolución…”
Si en el sur no ocurrió nada, no tenían por que haber sido inculcados los Murillos, Lanzas y otros a los proyectos de independencia. Además, los historiadores del norte dicen que ellos se levantaron en concomitancia con los cuzqueños, ¡error!, estos caballeros no sabían que los que estaban en alianza e incentivados por los platenses eran los cuzqueños en 1809. Estos tuvieron una relación muy superficial con los paceños en 1805, incluso Murillo solo hacía de mensajero entre los complotados, y él esperaba ver los resultados de ese levantamiento para según eso el remedar a los cuzqueños.
El Dr. Michel era uno de los emisarios de los revolucionarios platenses, y fue él quien excitó a los conjurados paceños, al punto que siguieron el ejemplo de La Plata imitándola en todas sus actuaciones.
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Un fragmento de la Vista del Fiscal de la Audiencia de Charcas sobre los sucesos del 16 de Julio de 1809 en la ciudad de La Paz y sobre el espíritu de los del 25 de Mayo del mismo año en La Plata, contra las amenazas de Paula Sanz desde Potosí, y pidiendo al Real Acuerdo que expida Real Provisión para que este se mantenga quieto en su Villa. – 9 de Agosto de 1809:
“… Sino qe. (que) el Sor. Sanz en la misma carta de 25 y otra del Govor. (Gobernador) Inte. (Intendente) Dn. Mateo Dávila de 9 qe. corre encopia, vierte invectivas acres, y se adelanta á decir qe. la insurgencia escandalosa de La Paz és hija delcontagio de lanomenos estraña de la Ciudad de La Plata, qe. en una y otra, resuenan las aclamacs. (aclamaciones) externas de Fernd°. (Fernando) 7°, al mismo tp°. (tiempo) del criml. (criminal) Ajamt°. (alejamiento) de las autoridads. legmas. (legítimas)”
Otra prueba documentada de la revolución platense… y su propagación.
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“Vista del oitos (Oidor) Fiscal D. Pedro Vicente Cañete sobre el Origen y trascendencia de la conmoción del 25 de Mayo de 1809 en Chuquisaca:”
“El contagio que propagaron estos mismos Revolucionarios promovio la temeraria sublevación de Buenos Aires en el 25 de Mayo de 1810; siguiendo Cochabamba Portu (sic) (Por su) influjo, poco después la ciudd. (ciudad) dela Paz…”
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“El contagio que propagaron estos mismos Revolucionarios promovio la temeraria sublevación de Buenos Aires en el 25 de Mayo de 1810; siguiendo Cochabamba Portu (sic) (Por su) influjo, poco después la ciudd. (ciudad) dela Paz…”
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Del oficio del Ministro Tesorero de La Plata al Virrey Hidalgo de Cisneros, enviado desde Potosí el 27 de Septiembre de 1809:
“… los que en canciones se cantan públicamente en aquel desgraciado Pueblo: por las sugestiones de ellos fue sublevada la Ciudad de La Paz, huviese sido todo el Reino…”
¿Alguna hipótesis puede rebatir a este manuscrito?, la contundencia de estos documentos es fatal para las versiones de los historiadores paceños.
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“… los que en canciones se cantan públicamente en aquel desgraciado Pueblo: por las sugestiones de ellos fue sublevada la Ciudad de La Paz, huviese sido todo el Reino…”
¿Alguna hipótesis puede rebatir a este manuscrito?, la contundencia de estos documentos es fatal para las versiones de los historiadores paceños.
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Oficio del Virrey, don Baltasar Hidalgo de Cisneros a la Audiencia de Charcas, mandando el cumplimiento de lo ordenado el 8 de Agosto de 1809 – Buenos Aires, 18 de Octubre de 1809:
“… También se ha mandado acompañar a V.S. copias, como lo hago de las sediciosas e incendiarias proclamas remitidas de esa Ciudad a La Paz, Cuzco, Potosí y otros pueblos…”
Esta es una prueba más que los revolucionarios platenses distribuían proclamas para promover el levantamiento en otras ciudades. Así fomentaron las revoluciones en toda la Colonia.
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“… También se ha mandado acompañar a V.S. copias, como lo hago de las sediciosas e incendiarias proclamas remitidas de esa Ciudad a La Paz, Cuzco, Potosí y otros pueblos…”
Esta es una prueba más que los revolucionarios platenses distribuían proclamas para promover el levantamiento en otras ciudades. Así fomentaron las revoluciones en toda la Colonia.
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Instrucciones del Virrey Hidalgo de Cisneros al Presidente Nieto, sobre su actuación en La Plata – Buenos Aires, 11 de Noviembre de 1809:
“… el restablecimiento del sosiego público o se tema que puedan influir en su alteración por haber sido cabezas o principales autores de la Conmoción del 25 de Mayo, y que indagando con el más prolijo cuidado los autores de las Proclamas, anonimos subversivos que se han dirigido a otros Pueblos desde la Ciudad de La Plata o que abrigan ideas sediciosas y contrarias a los derechos de Nuestro Augusto Soberano…”
La revolución de Mayo no se detuvo nunca, aún estando en esa población el Presidente Nieto se continuó su divulgación con los pasquines clandestinos.
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“… el restablecimiento del sosiego público o se tema que puedan influir en su alteración por haber sido cabezas o principales autores de la Conmoción del 25 de Mayo, y que indagando con el más prolijo cuidado los autores de las Proclamas, anonimos subversivos que se han dirigido a otros Pueblos desde la Ciudad de La Plata o que abrigan ideas sediciosas y contrarias a los derechos de Nuestro Augusto Soberano…”
La revolución de Mayo no se detuvo nunca, aún estando en esa población el Presidente Nieto se continuó su divulgación con los pasquines clandestinos.
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Declaraciones de los futuros protomártires de la revolución de Julio a las autoridades judiciales españolas cuando se encontraban presos:
Don Juan Basilio Catacora: “… de cuyas resultas acordaron por ultimo hacer un esfuerzo para imitar a los de la Ciudad de La Plata…”
En esta declaración consta que los emisarios de la revolución de Mayo tuvieron que azuzar a los paceños, quienes tuvieron que hacer un esfuerzo para participar e imitar la revolución iniciada en Mayo.
“… quienes después de haber verificado su proyecto, y adoptado el sistema de Michel…”
Michel era uno de los emisarios enviados por los complotados platenses para que enardezcan a los paceños, así también ellos apoyen y participen en la revolución primicial de Mayo.
Don Juan Bautista Sagárnaga: “… Últimamente los que inspiraron estas ideas fueron dicho Michel y el Presbytero Mercado…”
Los chuquisaqueños inspiraron a los paceños, y solo así se afiliaron al levantamiento sureño, y entre ambas poblaciones hicieron una sola revolución.
“… siguiendo en todo las huellas de los de la Ciudad de La Plata…”
“… creyó el confesante qe. estos hubiesen examinado este interesante punto, y adhirió a las ideas qe. ellos adoptaron: que el exemplo de Chuquisaca………… Que desde luego ya esta Ciud. dela paz nosele podia atribuir tan escandalosa invención, y pesimo ejemplo pa. los Pueblos sino ala de Chuquisaca qe. habia sido la primera…”
Tuvo que ser la iniciativa de la revolución del 25 de Mayo para que en La Paz sigan el ejemplo de Chuquisaca, por eso es que no se le puede atribuir tan escandalosa invención a los revolucionarios paceños, ¿acaso Chuquisaca no había sido la primera? No hay mejor prueba que lo convincente, terminante y concluyente de un manuscrito.
Don Melchor Ximenes, alias Pichitanga: “… qe. culpa al Comisionado Michel qe. vino de Charcas………… que se hiciese en esta ciudad lo mismo qe. en Chuquisaca y esto es lo que avivó los animos…”
Don Juan Basilio Catacora: “… de cuyas resultas acordaron por ultimo hacer un esfuerzo para imitar a los de la Ciudad de La Plata…”
En esta declaración consta que los emisarios de la revolución de Mayo tuvieron que azuzar a los paceños, quienes tuvieron que hacer un esfuerzo para participar e imitar la revolución iniciada en Mayo.
“… quienes después de haber verificado su proyecto, y adoptado el sistema de Michel…”
Michel era uno de los emisarios enviados por los complotados platenses para que enardezcan a los paceños, así también ellos apoyen y participen en la revolución primicial de Mayo.
Don Juan Bautista Sagárnaga: “… Últimamente los que inspiraron estas ideas fueron dicho Michel y el Presbytero Mercado…”
Los chuquisaqueños inspiraron a los paceños, y solo así se afiliaron al levantamiento sureño, y entre ambas poblaciones hicieron una sola revolución.
“… siguiendo en todo las huellas de los de la Ciudad de La Plata…”
“… creyó el confesante qe. estos hubiesen examinado este interesante punto, y adhirió a las ideas qe. ellos adoptaron: que el exemplo de Chuquisaca………… Que desde luego ya esta Ciud. dela paz nosele podia atribuir tan escandalosa invención, y pesimo ejemplo pa. los Pueblos sino ala de Chuquisaca qe. habia sido la primera…”
Tuvo que ser la iniciativa de la revolución del 25 de Mayo para que en La Paz sigan el ejemplo de Chuquisaca, por eso es que no se le puede atribuir tan escandalosa invención a los revolucionarios paceños, ¿acaso Chuquisaca no había sido la primera? No hay mejor prueba que lo convincente, terminante y concluyente de un manuscrito.
Don Melchor Ximenes, alias Pichitanga: “… qe. culpa al Comisionado Michel qe. vino de Charcas………… que se hiciese en esta ciudad lo mismo qe. en Chuquisaca y esto es lo que avivó los animos…”
Sin él y la estimulación que dio en sus reuniones a los complotados paceños, no hubiera habido la revolución de Julio.
Refiriéndose a lo que les dijo don Gregorio García Lanza, declara: “… les decia sea hijos ala modita de Chuquisaca…”
Don Gregorio instruye a los conjurados paceños a que imiten a los platenses. Si no hubo revolución en la ciudad de La Plata, ¿qué era lo que tenían que remedar de los chuquisaqueños?, los platenses no imitaron a nadie, el levantamiento de Mayo lo hicieron por decisión propia.
Don Manuel Josef Cosio: “… concurrian con frcuencia ala habitación de un Abogado de Charcas llamado Michel………… que todos los habitantes debían seguir ciegamente las huellas de los de La Plata………… que se advirtieron el veinte y cinco de Mayo y consejando a todo este vecindario que despertasen del letargo en que habian yasido por espacio de tantos dias…”
Y los confabulados de la ciudad de La Paz siguieron ciegamente las huellas de los sureños, luego que estos los despertaron de su letargo. Lo dicho por don Josef certifica que en esa ciudad ni se pensaba en insurreccionar.
“… respondiendo categoricamte. ála parte que contiene la pregunta que precede solo puede decir con referencia a Murillo, respecto a no haberse presentado en la Plaza hasta despues de cuatro horas de tan fatal suceso que el que sorprendio al Centinela fue el Pichitanga (Melchor Ximenez) y que…”
El líder que debía dirigir la revolución no estuvo presente para hacerlo en el momento más crucial y peligroso del levantamiento. Algunos historiadores dicen que en Chacaltaya, otra situación crítica, solo estuvo Castro y no Murillo. ¿Huyó a Zongo antes del enfrentamiento?, en los dos momentos más dramáticos para la revolución de Julio, el cabecilla de esa rebelión estuvo ausente. Y los historiadores dicen que él dirigió todo. ¿Se acobardó ante el peligro dejando solos y sin dirección a los insurrectos?
Presbítero don José Antonio Medina: “… y sobre todo en persistir contumaz negativo, sin otro descargo qe. los mismos crímenes y atentados cometidos en Chuquisaca, y transmitidos a esta Ciudad antes y después del acaecimto. (acaecimiento) del diez y seis pr. (por) el Abogado Michel…”
Desde Chuquisaca a La Paz fueron transmitidos los mismos crímenes y atentados.
Don Melchor León de la Barra: Refiriéndose a Michel y a la Audiencia de Charcas, dice: “… paraque sedujese á estos Principales moradores influyendoles sentimientos de independencia………… haciendo que imitasen en un todo los funestos acaecimtos. experimentados en la referida Ciudad delaPlata se obstinaron mas y mas todos…”
Del emisario de los complotados de la ciudad de La Plata, se aprecia fácilmente que era muy persuasivo en las conferencias que les daba a los revoltosos paceños, pues les influyó sentimientos de independencia e hizo que imiten a los chuquisaqueños.
Don Juan de la Cruz Monje: Comentando sobre el levantamiento en La Plata: “… el Sor. (Señor) Intendente de Cochabamba sele ha unido con su Provincia, y ha auxiliado con Polvora, y Municiones; y si La Paz toma mano haran lo propio, y seguiran las demas provincias…”
La declaración del señor de la Cruz nos muestra que los paceños no estaban muy decididos de apoyar a la revolución iniciada en Mayo.
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Carta fechada La Paz, 15 de Noviembre de 1809 del señor Juan Ramirez, Coronel y Segundo Comandante, quien acompañó a Goyeneche a esa ciudad, dirigida a don Martín de Garay, Vocal Secretario:
Refiriéndose a la ciudad de La Plata y su revolución: “… es preciso confesar qe. ella fue la primera á dar impulso a esta máquina…”
Sin duda que fue la primera en levantarse, y así lo certifican los manuscritos de los testigos oculares, sin embargo, los historiadores paceños van en contraposición y no aceptan estos documentos como válidos y siguen insistiendo en la primacía de Julio, y su argumento es porque allí fue mas violento el levantamiento, y al decir más violento me refiero al de Chacaltaya y no al del 16 de Julio, pues en este solo hubo un muerto, y fue accidental, los mismos insurgentes, por error, mataron a uno de sus compañeros. Fue un levantamiento muy sorpresivo, y la ausencia de muertos en la ciudad lo demuestra.
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Refiriéndose a la ciudad de La Plata y su revolución: “… es preciso confesar qe. ella fue la primera á dar impulso a esta máquina…”
Sin duda que fue la primera en levantarse, y así lo certifican los manuscritos de los testigos oculares, sin embargo, los historiadores paceños van en contraposición y no aceptan estos documentos como válidos y siguen insistiendo en la primacía de Julio, y su argumento es porque allí fue mas violento el levantamiento, y al decir más violento me refiero al de Chacaltaya y no al del 16 de Julio, pues en este solo hubo un muerto, y fue accidental, los mismos insurgentes, por error, mataron a uno de sus compañeros. Fue un levantamiento muy sorpresivo, y la ausencia de muertos en la ciudad lo demuestra.
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Desde Caiza el 18 de Septiembre de 1815, el Arzobispo de La Plata Benito María Moxó y Francoli, a vísperas de su fallecimiento escribió un Manifiesto, que entre otros temas dice:
“… Luego que saltó en mi diócesis la primera centella dela Guerra civil q. cinco años ha abraza estas hermosas provincias…”
Otro testigo presencial que confirma dónde se inició la revolución de 1809: La Plata.
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“… Luego que saltó en mi diócesis la primera centella dela Guerra civil q. cinco años ha abraza estas hermosas provincias…”
Otro testigo presencial que confirma dónde se inició la revolución de 1809: La Plata.
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En el Cuartel General de la ciudad de La Plata el 5 de Enero de 1811, el doctor don Juan José Castelli emitió una resolución:
“Se sobreseerá en los procedimientos criminales á que pueden haber dado ocasión los disturbios i disensiones publicas del veinticinco de mayo de mil ochocientos nueve declarando alzados los arrestos, confinamientos i embargos de personas i bienes para que en su consecuencia se restituyan a su anterior libertad…”
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“Se sobreseerá en los procedimientos criminales á que pueden haber dado ocasión los disturbios i disensiones publicas del veinticinco de mayo de mil ochocientos nueve declarando alzados los arrestos, confinamientos i embargos de personas i bienes para que en su consecuencia se restituyan a su anterior libertad…”
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Frai Marcos Benavente era Guardián del Convento de San Francisco en La Plata, y fue uno de los testigos oculares de la revolución de Mayo. Escribió una “Relación histórica del 25 de Mayo de 1809”, veamos un pasaje del relato que hizo:
“… surjieron las dificultades con el Presidente y el pretesto para que estalle el movimiento revolucionario que venía preparándose.”
“… prueba evidente que el Sr. Pizarro no fue causa de aquel motin, sino los insurgentes que se descubriran á su tiempo pues si todo lo sucedido en la noche del 25 no hubiese estado premeditado y acordado, nada era mas facil que sosegar al pueblo después de la soltura del Dr. Zudañez…”
El fraile Benavente nos cuenta que venía preparándose y que ya todo estaba premeditado y acordado, y esta apreciación la hace sobre la base de lo ocurrido y lo que vio. La revolución de Mayo no fue improvisada, ya estaba preparada, y solo esperaban el momento oportuno.
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Además de este pequeño lote de fragmentos de folios antiguos, existen muchísimos más, y todos están en los archivos y bibliotecas de mi ciudad, y muy accesibles a cualquier investigador, y ni qué decir de los libros con recopilaciones de documentos e historia narrada. Me parece raro que los historiadores que retaron a los chuquisaqueños no sepan de estos manuscritos y de toda la información que contienen, pues son como “el pan de cada día” para los investigadores. Solo en la copia del expediente abierto para enjuiciar a los complotados paceños, se encuentra casi toda la indagatoria sobre la revolución juliana de 1809. Y digo casi, por que a Bolivia solamente enviaron de B. Aires una parte del total del expediente.
Espero haber satisfecho la demanda que hicieron a los historiadores chuquisaqueños pidiéndoles pruebas documentales que certifiquen que el primer levantamiento que hubo en la América Hispana, fue dado en La Plata, al mismo tiempo pido disculpas por haberme entrometido en una invitación que no estaba dirigida a los lectores comunes como el suscrito pero, respondí por que sabía dónde estaban estos escritos archivados. Una vez satisfecha la respuesta, creo que ahora les toca a los retadores proporcionar la documentación que ampara al 16 de Julio de 1809, como fecha inicial de la revolución independentista. Al respecto, les agradeceré que no incluyan relatos de otros historiadores como si fueran más veraces que los manuscritos, y esto lo pido porque varios historiadores paceños adoptaron esa norma, norma que no favorece en nada a la narración veraz de los hechos del pasado, además, sus aseveraciones no son pruebas que certifiquen a la revolución de Julio como la primeriza. Somos humanos y con mucha frecuencia nos equivocamos en nuestras apreciaciones y análisis de nuestras lecturas. Es por esta razón que considero que por muy contundente que sea el argumento imperativo de una hipótesis relativa a un acontecimiento histórico, nunca podrá ser tan categórico ante lo imperativo y contundencia de un documento manuscrito de esa época determinada que relate el evento.
En la entrevista que les hizo la señorita Oblitas a los historiadores, ellos dijeron que “En Sucre no ha habido revolución, fue una pelea entre monarquistas, carlotistas y fernandistas”, esta hipótesis fue impugnada con la documentación adjunta. También dicen que “no proclamaron la guerra, la independencia ni apoyaron a la revolución de La Paz”, sin embargo, por los papeles antiguos transcritos en ésta, se constata que se proclamó la guerra por la independencia. Y con relación al apoyo que “no se le dio a la revolución paceña”, pregunto: ¿acaso los retadores no están informados cómo la Audiencia de Charcas con toda la correspondencia enviada a los virreyes, Puno y Potosí hizo todo lo posible para que no se enviaran tropas a La Plata y La Paz, y que de este modo ayudaron a las dos ciudades?, ¿ésta no fue una forma de apoyar al levantamiento de Julio?, ¿no sabían que los complotados charqueños tenían sus propios problemas en su territorio?, ¿querían que manden gente armada a La Paz para que los apoyen cuando ellos mismos no tenían suficiente arsenal para sostenerse?, de los 740 fusiles que tenían, por lo menos el 30% estaba en un estado irreparable, es decir, inservible.
Y añaden que don Roberto Querejazu dice que solo hubieron “14 muertos en los saqueos”; busqué en su libro “Chuquisaca 1538 – 1825” esta frase y no la hallé, solo encontré una (Página N°. 574) en la que dice:
“Esa mañana, quienes acudieron al hospital y a la misericordia en busca de sus parientes o amigos que habían sido alcanzados por los disparos de fusil hechos desde la casa presidencial, encontraron 15 muertos y mayor número de heridos”
Y en esta página no dice que murieron “en los saqueos”. Hubiera sido interesante que mencionen el número de la página, para verificarlo más fácilmente, y así establecer si el Dr. Querejazu se contradijo.
Espero haber satisfecho la demanda que hicieron a los historiadores chuquisaqueños pidiéndoles pruebas documentales que certifiquen que el primer levantamiento que hubo en la América Hispana, fue dado en La Plata, al mismo tiempo pido disculpas por haberme entrometido en una invitación que no estaba dirigida a los lectores comunes como el suscrito pero, respondí por que sabía dónde estaban estos escritos archivados. Una vez satisfecha la respuesta, creo que ahora les toca a los retadores proporcionar la documentación que ampara al 16 de Julio de 1809, como fecha inicial de la revolución independentista. Al respecto, les agradeceré que no incluyan relatos de otros historiadores como si fueran más veraces que los manuscritos, y esto lo pido porque varios historiadores paceños adoptaron esa norma, norma que no favorece en nada a la narración veraz de los hechos del pasado, además, sus aseveraciones no son pruebas que certifiquen a la revolución de Julio como la primeriza. Somos humanos y con mucha frecuencia nos equivocamos en nuestras apreciaciones y análisis de nuestras lecturas. Es por esta razón que considero que por muy contundente que sea el argumento imperativo de una hipótesis relativa a un acontecimiento histórico, nunca podrá ser tan categórico ante lo imperativo y contundencia de un documento manuscrito de esa época determinada que relate el evento.
En la entrevista que les hizo la señorita Oblitas a los historiadores, ellos dijeron que “En Sucre no ha habido revolución, fue una pelea entre monarquistas, carlotistas y fernandistas”, esta hipótesis fue impugnada con la documentación adjunta. También dicen que “no proclamaron la guerra, la independencia ni apoyaron a la revolución de La Paz”, sin embargo, por los papeles antiguos transcritos en ésta, se constata que se proclamó la guerra por la independencia. Y con relación al apoyo que “no se le dio a la revolución paceña”, pregunto: ¿acaso los retadores no están informados cómo la Audiencia de Charcas con toda la correspondencia enviada a los virreyes, Puno y Potosí hizo todo lo posible para que no se enviaran tropas a La Plata y La Paz, y que de este modo ayudaron a las dos ciudades?, ¿ésta no fue una forma de apoyar al levantamiento de Julio?, ¿no sabían que los complotados charqueños tenían sus propios problemas en su territorio?, ¿querían que manden gente armada a La Paz para que los apoyen cuando ellos mismos no tenían suficiente arsenal para sostenerse?, de los 740 fusiles que tenían, por lo menos el 30% estaba en un estado irreparable, es decir, inservible.
Y añaden que don Roberto Querejazu dice que solo hubieron “14 muertos en los saqueos”; busqué en su libro “Chuquisaca 1538 – 1825” esta frase y no la hallé, solo encontré una (Página N°. 574) en la que dice:
“Esa mañana, quienes acudieron al hospital y a la misericordia en busca de sus parientes o amigos que habían sido alcanzados por los disparos de fusil hechos desde la casa presidencial, encontraron 15 muertos y mayor número de heridos”
Y en esta página no dice que murieron “en los saqueos”. Hubiera sido interesante que mencionen el número de la página, para verificarlo más fácilmente, y así establecer si el Dr. Querejazu se contradijo.
Continuando el mismo párrafo de la entrevista dicen: “… y solo tres (muertos), de acuerdo a otro destacado investigador como Estanislao Just.” En la página N°. 124 de su libro “Comienzo de la Independencia en el Alto Perú”, está la frase: “… a la vista de varios cadáveres de los muertos la noche anterior, volvió a encender la chispa.” Y en la página siguiente: “… otro grupo había acudido al hospital de San Juan de Dios, sin duda atraído por el sordo rumor del elevado número de muertos – se decía que habían sido más de treinta los cadáveres recogidos – …”. Luego dicen: “No hubo ningún condenado a muerte, ni tampoco excomuniones o anatemas”. Parece que los historiadores que lanzaron el desafío creen que como no ocurrió en Chuquisaca nada de lo dicho en la anterior frase, ya es suficiente prueba que en La Plata no pudo haber habido una revolución, si como historiadores esa es su visión de los acontecimientos, siento mucho decirlo, pero veo que están totalmente equivocados si acaso esa es su perspectiva de los hechos, y espero que en el futuro cuiden de dar esa clase de hipótesis. La ejecución de los sentenciados en La Paz ocurrieron por una arbitrariedad de Goyeneche, pues en la carta de respuesta a la suya que la escribió consultando como debía ejecutar las sentencias, el Presidente de la Audiencia de Charcas, don Vicente Nieto, dejó a criterio del General y de acuerdo a las leyes. La excomunión o anatemas la hizo el Obispo la Santa contra los revolucionarios, no debemos olvidar que él era un vasallo del Rey de España y muy fiel a la Península, desde su punto de vista los revolucionarios estaban haciéndole daño a su Rey, ¿cómo podía castigar a esos “hombres despreciables”?, pues con la única arma que tenía en esas épocas un sacerdote católico, la excomunión. Al final del párrafo que contesto, dicen: “Tampoco existen héroes o heroínas. (y por) Eso no puede llamarse revolución,” dice el estudioso.” No sé si el estudioso al que se refieren es a don Roberto Querejazu o a don Estanislao Just, en cualquier caso, primero veremos que dice don Roberto con relación a lo que supongo que le endilgan a él:
“Si Madrid tuvo su 2 de Mayo de 1808, Chuquisaca iba a tener su 25 de mayo de 1809. Uno y otro suceso serían para la historia iniciación de una “guerra de independencia”. El 2 de Mayo de 1808 de la de los españoles contra los invasores galos. El 25 de mayo de 1809 la de los americanos contra la dominación hispana.” (Página Nª. 556).
Y de los héroes, nos da una lista escueta:
“Juan Antonio Fernandez, Angel Gutiérrez, Domingo de Aníbarro, Angel Mariano Toro, Manuel y Jaime Zudáñez, Juan Antonio Alvarez de Arenales, Marcos Miranda, Josè Sivilat y Antonio Amaya. Juan Manuel Lemoine y Manuel Corcuera, que estaba en la lista (de Nieto), lograron escapar. El 12 de Abril fueron apresados Buenaventura Salinas, Benito Alzérreca, Manuel Arce, Francisco Ponce y Montalvo e Ignacio Cuellar. A todos se les confiscaron sus papeles y bienes.”
A estos añado por mi cuenta y riesgo a: José Bernardo de Monteagudo, José Joaquín de Lemoine, Mariano Michel, Juan Antonio Paredes, Pedro Ignacio del Rivero, Juan Bautista Villegas, Presbítero Juan Manuel Mercado, Fray Mariano Polanco, José Patricio Malavia, estos son algunos de la lista que acumulé durante mis lecturas, fuera de estos señores, tengo más de treinta.
En cuanto a las heroínas:
La señorita Mercedes Tapia, señoras María Magdalena Aldunate, Isabel Calvimontes de Agrelo, Teresa Bustos y Salamanca de Lemoine, señoritas Juana y Mercedes Cuiza, señoras Rosa Sandoval de Saavedra, Casimira (María Antonieta) de Ussoz y Mozi y Juana Azurduy de Padilla. (Datos de don Valentín Abecia Ayllón).
De la obra “Ilustres Americanos”, editado en París en 1825, la Sociedad Geográfica Sucre publicó un folleto conmemorativo titulado “El 25 de Mayo de 1809 y los apóstoles de la revolución Americana”. En la página N°. 7 se encuentra el siguiente texto:
“¡Qué de ejemplares brillantes de consagración patriótica no ofrecen las mujeres de Chuquisaca, Cochabamba y La Paz! – Luego que estalló la revolución en estas ciudades, se vio al bello sexo animado de un entusiasmo extraordinario. El General Nieto, instruido de la adhesión de las chuquisaqueñas, al nuevo sistema, proscribía a muchas señoras distinguidas, después que sofocó la primera conmoción popular acaecida en la ciudad de La Plata o Chuquisaca, en 1809.”
Si acaso el endilgamiento fuera para el jesuita don Estanislao Just Lleó y, para no entrar en muchos detalles, solo diré que en su libro nos indica quienes y a donde fueron enviados presos varios de los revolucionarios platenses (páginas N°s. 214 y 215). En cuanto a su frase: “Eso no puede llamarse revolución”, no creo que don Estanislao lo haya escrito ni una sola vez en su obra, pues sería una contradicción a lo que dice casi al final de ella (página N°. 559), refiriéndose al 25 de Mayo de 1809:
“… la finalidad del movimiento es claramente independentista…”
“… y su acción libertaria, supone el comienzo de la lucha que llevará al Alto Perú a la consecución de su independencia de la corona de España.”
“Los sucesos de La Paz de Julio de 1809, y los del año siguiente en otros lugares del territorio – Cochabamba, Oruro, Potosí, etc. Solamente adquieren su propia comprensión partiendo de la obra revolucionaria de Charcas………… el movimiento chuquisaqueño llega a entroncar con el que surge un año más tarde en la capital del Virreinato, Buenos Aires y con el movimiento general emancipador hispanoamericano.”
La obra de don Estanislao Just Lleó es admirable, desde mi punto de vista es la más completa de todas las dedicadas a la revolución de Mayo. Solamente en el “Archivo Histórico Nacional de España (Madrid)”, encontró 10.000 folios referentes al 25 de Mayo, y también investigó en: “Archivo General de Indias”, “Archivo de la Diputación de Vizcaya”, “Archivo de las Cortes Españolas Nacional de España (Madrid)” y la “Biblioteca Menendez Pelayo (Santander)” (información de don Gunnar Mendoza Loza). Y a esto puedo añadir toda la lista bibliográfica que él registra y abarca cuatro páginas dentro de su libro, y al final de cada capítulo menciona los manuscritos de donde extrajo los datos en los que basa su libro.
En el segundo párrafo escrito de la entrevista que les hizo a los dos historiadores la señorita Oblitas, dicen: “… todas las medidas legislativas, políticas y judiciales que se tomaron luego de la formación de la Junta Tuitiva de los Derechos del Pueblo, la creación de los cinco ministerios y las cuatro diputaciones indígenas, la creación del primer Ejército Libertador de América Hispana, el primer Estatuto Constitucional, la declaración de la Independencia…”
En el artículo de desafío mencionan unas “medidas legislativas, políticas y judiciales”, de las que nunca tuve noticias, tendría que ver los manuscritos para comentar. De la “Junta”, su verdadero nombre es: “Junta Tuitiva de los Derechos del Rey y del Pueblo”, pues por la lectura del Acta de su Fundación, se comprueba que era monárquica, habiéndose creado con la aprobación de los administradores españoles de la Intendencia de La Paz, quienes seguían dirigiendo la Provincia y no fueron destituidos en su totalidad por los revolucionarios de Julio, en algunos de los pasajes del “Acta”, dicen que es en defensa de Fernando VII y en contra de la Princesa Carlota del Brasil. De la creación de los “cinco ministerios y las cuatro diputaciones indígenas”, solo recuerdo haber leído algo que decía que tenían “un diputado indígena” por cada circunscripción. En lo relativo al Ejército, solo puedo comentar que la pobreza de su arsenal los favoreció muy poco cuando tuvieron que enfrentarse con Goyeneche en Chacaltaya, y sus soldados, muchos eran jóvenes, y con ellos habían artesanos, obreros, comerciantes, mestizos y criollos inexpertos en estas lides, sin experiencia ni entrenamiento, la única arma que tenían era su ferrea voluntad, valentía, arrojo y deseo desesperado de ser libres e independientes de la Península, todos estos ciudadanos civiles se enfrentaron con un ejército mejor pertrechado, experimentado y más numeroso. Tenían poquísimas posibilidades de triunfar.
En los articulados del “Plan de Gobierno”, mal llamado “Estatuto Constitucional”, nos muestran que fue escrito a favor de Fernando VII y contra la Princesa Carlota del Brasil, el cual para ser publicado antes tuvo que ser autorizado por los españoles de la Intendencia. La única “Declaración de la Independencia” que conozco, fue la que escribió don Félix Reyes Ortiz para su obra histórico-literaria “Los Lanzas”, que posteriormente los historiadores don José Vicente Ochoa y don José Palma y V. la publicaron en sus obras como si fuera legítima, también don Luís F. Jemio la comenta en igual forma. Los historiadores paceños que lanzaron el desafío a sus pares chuquisaqueños, también la transcriben en su libro “Los hechos del primer grito libertario en la América Hispana”, como auténtica pero, con cierto recelo y desconfianza, porque buscaron las pruebas que la muestren genuina y no encontraron nada que la certifique. Existiendo cierta duda al respecto considero que no debían haberla publicado, pues resulta siendo tan apócrifa como la “Proclama de la Junta Tuitiva”. Sin embargo, al momento de lanzar el reto vuelven a considerarla como auténtica.
Sobre el final del último acápite, solo puedo decir con ellos: “Gloria eterna a los heroicos pueblos de América que culminaron, gracias a sus sacrificios, en la independencia”.
A raíz del desafío que lanzaron la señorita Genoveva Loza Balsa y don Juan Reyes Aramayo a los historiadores chuquisaqueños, pidiéndoles que demuestren con documentos que el primer grito libertario se dio en La Plata, y teniendo, el suscrito, la información que favorece a la revolución de Mayo acepté el reto. Como la invitación de los historiadores ya citados fue publicada en su revista, le ruego muy gentilmente que publique ésta como respuesta a ese pedido.
Espero, sinceramente, que esto no se convierta en una polémica, solo pido a los historiadores ya citados le envíen las fotocopias de los documentos manuscritos antiguos que certifican que la primera revolución libertaria se la dio en la ciudad de La Paz, y con esto habremos podido aclarar todas nuestras dudas, no solamente la de los interlocutores, sino la de todos los lectores de su Revista.
Agradecido por su atención a mi carta, la saludo muy respetuosamente.
Sucre, 25 de Julio del 2007.
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Respuesta a la carta que dirigí a la Revista Oh!,
atendiendo un desafío que hicieron los historiadores paceños a sus pares chuquisaqueños:
La Paz, 29 de enero del 2008
Señor Sergio Villa Urioste.E-Mail: tecovilla@yahoo.com
Señor:
En conocimiento de sus varios mensajes con su ardiente defensa sobre el derecho chuquisaqueño al Primer Grito Libertario, a la Primera Revolución Libertaria, a la capitalidad, etc., deseo expresarle mi sincera admiración por su devoción a la tierra que le vio nacer.
Resumidamente trato de presentarle los argumentos que respaldan mi opinión en los textos de RESPUESTA, CUADRO y en el de CAPITALIDAD adjuntos, que se complementan.
Aunque puede haber algo repetido en razón de que dos corresponden a publicaciones anteriores.
Como Ud. pide, con todo derecho, la documentación que los respaldan, la cito en los puntos más importantes.
Para evitar susceptibilidades de emplear versiones tendenciosas, en los temas sobre Chuquisaca cito preferentemente a autores chuquisaqueñístas, principalmente Estanislao Just Lleó y D. Roberto Querejazu, y los temas paceños, con los autores que se mencionan.
Si requiriera alguna otra referencia, le agradecería lo haga muy puntualmente, para responderle en la misma forma, pues así ahorraremos tiempo y poder darle pronta respuesta.
Disculpándome por la extensión, pero imposible reducirla por lo extenso y apasionante del tema, y en espera de haber aclarado la verdad del 25 de mayo de 1809 y otros puntos, le saluda.
Atentamente
Juan V. Reyes A.
Adjuntos: “A D. Sergio Villa” “Cuadro comparativo de los “Hechos” del movimiento monarquista de Chuquisaca del 25 de Mayo de 1809, y 222 de la revolución independentista de La Paz del 16 de Julio de 1809.” “¿Dónde se produjo la primera revolución libertaria de América? y ¿Dónde se inició la guerra de la independencia?” “¿Es Sucre la Capital de Bolivia?” <><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>
Mi contestación a don Juan Reyes Aramayo:
Señor: Juan Reyes A. La Paz.
Distinguido señor:
Respondiendo a su misiva adjunta y sus tres escritos, solamente puedo recordarle que cuando la Sra. Genoveva Loza B. y usted lanzaron un desafío a sus pares chuquisaqueños en una entrevista que les hizo la señorita Oblitas, reportera de la "Revista Oh!", a que éstos demuestren con documentos que en La Plata hubo una revolución, les respondí adjuntando las copias de fragmentos que demostraban que en La Plata sí hubo una revolución, pues así lo pidieron y se las envié atendiendo su solicitud.
Sin embargo, en su respuesta ni siquiera consideró en serio los manuscritos que transcribí parcialmente, y que ustedes los pidieron, ¿por qué?, ¿acaso usted desconoce como legítimos esos documentos?, ¿acaso para usted no sirven como una prueba contundente los documentos que nos dejaron los españoles?, si no los acepta, le pregunto: ¿en qué basa sus hipótesis?, ¿en lo que dijeron los historiadores equis y zeta?, ya en la obra que escribió conjuntamente con la señora Loza adoptó ese sistema, apoyarse en los escritos por otros historiadores, y si esos historiadores se equivocaron, ¿usted acepta seguir arrastrando el error?.
Considero que no es la forma correcta para basar una narración, ya que la forma exacta es analizar lo que está escrito en los documentos y contarles a sus lectores, sin mentirles, como lo hacen con la "Junta Tuitiva de los Derechos del Rey y del Pueblo", monarquista, el Plan de Gobierno, monarquista, pues, el primero se fundó con el mismo objetivo por el que fue confeccionado el segundo por los complotados, para defender a don Fernando VII contra la angurria de doña Carlota, Princesa del Brasil, y que ahora le cambiaron el nombre dándole el título pomposo de: "Estatuto Constitucional", para engatusar a los lectores incautos que creen que sus historiadores no les mienten, y como estos lectores les creen "a pie juntillas", los cronistas paceños siguen narrando acontecimientos que nunca ocurrieron; resumiendo, les venden historias noveladas.
Al momento de responderme, ¿por qué no adjuntó el o los manuscritos que demostraban que el Primer Grito Libertario lo dieron el 16 de Julio de 1809?, para liberarlo de la responsabilidad de responder a esa pregunta, se la contestaré: no los tiene. Por que si los tuviera, los habría adjuntado en su libro y en la primera página, ¿no?
Ya desde los tiempos que vivía don José Rosendo Gutiérrez y otros historiadores, nunca, ninguno de ellos pudo demostrar documentalmente sus aseveraciones de haber sido el 16 de Julio el primer día de la revolución independentista, y ahora a usted, don Juan, le ocurre lo mismo, solo tiene hipótesis más hipótesis y todas indocumentadas, o relatos de otros historiadores.
En contraposición a lo que transcribe Ud. de la obra de don Estanislao Just Lleó, del mismo libro le copio un pasaje en el que nos muestra dónde se dio el primer levantamiento y cómo se propagó: "Considerando de esta forma el suceso revolucionario - los siete meses - la finalidad del movimiento es claramente independentista." – "... la acción libertaria, supone el comienzo de la lucha que llevará al Alto Perú a la consecución de su independencia de la corona de España." –
"Los sucesos de La Paz de Julio de 1809, y los del año siguiente en otros lugares del territorio – Cochabamba, Oruro, Potosí, etc. solamente adguieren su propia comprensión partiendo de la obra revolucionaria de Charcas......... el movimiento chuquisaqueño llega a entroncar con el que surge un año más tarde en la capital del virreinato, Buenos Aires, y con el movimiento general emancipador hispanoamericano." –
"El movimiento de Charcas es el comienzo de la lucha por la emancipación de los territorios altoperuanos." – "El desarrollo de los sucesos está estréchamente vinculado……… con el movimiento de la Junta de Buenos Aires de 1810.
Por tanto la fecha de 1809 – 25 de Mayo – parece más acorde con la realidad de los sucesos." – "Por todo ello, creo que, con las limitaciones que supone todo lo enfático, podríamos llamar a Charcas, la cuna real de la independencia hispanoamericana." (páginas 560 y 561).
Si usted tiene por norma transcribir y basar sus narraciones en las que escriben otros historiadores sin considerar para nada los manuscritos, le pregunto: ¿por qué no incluyó en la respuesta que me envió lo escrito en el anterior párrafo?, otra vez responderé por usted: no le convenía contradecir sus versiones indocumentadas. Y la verdad es que por muy contundente que sea un argumento imperativo de una hipótesis relativa a un acontecimiento histórico, nunca podrá ser tan categórico ante lo imperativo y contundencia de un documento manuscrito de esa época determinada que relata el evento.
Espero que en el futuro haga mayor investigación entre los manuscritos y deje de atenerse a los otros historiadores, y considere muy en serio el mensaje que le doy en el párrafo anterior. Espero, sinceramente, que a vuelta de correo me mande un escaner del o los manuscritos que amparen al 16 de Julio como la fecha inicial de la revolución de 1809, y se lo pido por segunda vez, mientras tanto, ¿de qué sirve hacer polémica de algo que no se puede probar?, ah!, casi lo olvido, por cierto que tengo más manuscritos que prueban que el 25 de Mayo de 1809 fue y es la fecha magna del Primer Grito Libertario en hispanoamérica, así que usted debe moverse mucho y encontrar sus pruebas, y olvídese de las hipótesis de otros historiadores, pues con ellas no prueba nada. Muy atentamente. Sergio Villa Urioste.
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