Homenaje a la Casa de la Libertad
Dr. Antonio Dubravcic-Luksic
El Emperador romano Tulio Cesar expresaba:
“No saber lo que ha ocurrido antes de nosotros, es como seguir siendo niños”
El valor de conocer la historia, no es como se ha dicho, para ayudarnos a no repetir errores, porque en realidad, a mi entender, la historia no se repite, como no se repite nada por igual en la vida humana. El valor radica en enseñarnos a conocer a los que nos precedieron, ¿quiénes fueron?, ¿qué hicieron?, para que de esa manara podamos comprender el presente y prever el futuro.
El hombre, como Jano, vive mirando simultáneamente hacia su pasado y su futuro, lo aprendido en el pasado le sirve, teóricamente para construir un futuro mejor.
Remontándonos a la historia, el día 15 de abril de 1624, la Compañía de Jesús, tomo posesión de estos terrenos, con destino al funcionamiento de la Universidad de San Francisco Xavier, a partir de esa fecha, en este solar se efectuaron las construcciones que comprendían la Capilla o Aula Magna, lo que hoy en día constituye la Casa de la Libertad. Ella representa el Templo Sagrado de la Patria, la Casa de la bolivianidad, fue donde se prendió la llama de la libertad un 25 de mayo de 1809, que iluminó esta parte del continente americano
En los 383 años de existencia de esta vieja casona, desde luego, el acto histórico trascendental y el más importante, fue la Proclamación de la Independencia de Bolivia.
Aquí un día estelar, el sábado 6 de agosto de 1825, nació la Patria, en estos recintos vibró la voz de los 48 representantes de las cinco provincias altoperuanas, que asistieron a la Asamblea Deliberante. El Diputado Secretario Ángel Mariano Moscoso dio lectura al extenso documento recordando que “El furioso león de Iberia que lanzándose desde las columnas de Hércules hasta los imperios de Moctezuma y Atahuallpa había despedazado el desgraciado cuero de América…”
Aquí se bautizo a Bolivia, se dotó de una Constitución Política a esta naciente república.
Se crearon los símbolos patrios, la primera bandera con una franja horizontal roja ancha enmarcada por dos bandas verdes mas estrechas, al centro se encontraban cinco estrellas que representaron a las cinco provincias.
El primer escudo tenia en su interior tres campos horizontales, la franja superior se apreció cinco estrellas que representaron a los cinco departamentos, en el área central se ubicó el árbol del pan y una llama. En la parte superior el cerro de Potosí y dos figuras femeninas ostentaron una cinta con la leyenda “República de Bolívar”.
En el transcurso del tiempo estos emblemas han sufrido varias modificaciones, hasta consolidar los símbolos que en la actualidad ostentamos.
En este sagrado recinto el 12 de julio de 1839, se le otorgó a esta ciudad la justa Capitalidad de Bolivia. Luego de prolongados debates, el Congreso Constituyente presidido por el Honorable Gregorio Reynolds sancionó la siguiente Ley que en su Artículo Primero establece:”La ciudad de Chuquisaca es la Capital de la Republica de Bolivia y conforme a la Ley del 11 de agosto de 1825 se llamará en adelante la Ciudad de Sucre”.
Pero también esta vieja casona fue ultrajada por algunos malos bolivianos, Alcides Arguedas con su pluma mordaz y altiva, refiere un triste episodio de lesa cultura, acaecido el 12 de noviembre de 1848, describe esas escenas de la siguiente manera: “Los soldados de Belzú, comandados por un militar engreído por su valor y apostura torpe, entraron en son de guerra y saqueo a la Capital de Bolivia en la tarde del 12 de noviembre, el Jefe de la Gavilla Gonzalo Lanza, hizo abrir a balazos las puertas y entraron los soldados y las bestias… o si prefieren las bestias y los soldados, la Palacio de los Legisladores, se lanzaron al despilfarro y destrucción de papeles, allí se habían guardado agrupados los archivos del cabildo de la ciudad, las actas de las discusiones legislativas, y muchos otros documentos relacionados con el aconteceder político, social y económico de la nueva nación”.
Finalizada la Guerra Civil de 1898-99, la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”, en actitud patriótica y por voluntad de la Capital Constitucional de Bolivia, asumió la responsabilidad de la conservación de este monumento histórico que recibió el excelso nombre de “Casa de la Libertad”.
Este tricentenario edificio se ha constituido en un repositorio de reliquias históricas, de efigies de personajes que forjaron nuestra historia, de colección de documentos inéditos, posee una rica biblioteca especializada en geografía e historia, colecciones de mapas, periódicos y folletos, muchos de ellos con una antigüedad de tres centurias.
A la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre” le encomendaron a través de un Decreto Supremo de 1939 la custodia de la Casa de la Libertad, misión que fue cumplida hasta 1974, año en que el Supremo Gobierno de la Nación en un Decreto Supremo encomendó al Banco Central de Bolivia la restauración y reparación del edificio. En 1983 el Gobierno Nacional asignó a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia la tuición y administración de este repositorio nacional.
La Casa de la Libertad, representa la lucha del pueblo por conseguir si independencia, esta casa en Bolivia, donde se inspira el culto eterno a los héroes, y se infunde el respecto a la bendita tricolor nacional.
¡Aquí nació Bolivia!
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Dr. Antonio Dubravcic-Luksic
El Emperador romano Tulio Cesar expresaba:
“No saber lo que ha ocurrido antes de nosotros, es como seguir siendo niños”
El valor de conocer la historia, no es como se ha dicho, para ayudarnos a no repetir errores, porque en realidad, a mi entender, la historia no se repite, como no se repite nada por igual en la vida humana. El valor radica en enseñarnos a conocer a los que nos precedieron, ¿quiénes fueron?, ¿qué hicieron?, para que de esa manara podamos comprender el presente y prever el futuro.
El hombre, como Jano, vive mirando simultáneamente hacia su pasado y su futuro, lo aprendido en el pasado le sirve, teóricamente para construir un futuro mejor.
Remontándonos a la historia, el día 15 de abril de 1624, la Compañía de Jesús, tomo posesión de estos terrenos, con destino al funcionamiento de la Universidad de San Francisco Xavier, a partir de esa fecha, en este solar se efectuaron las construcciones que comprendían la Capilla o Aula Magna, lo que hoy en día constituye la Casa de la Libertad. Ella representa el Templo Sagrado de la Patria, la Casa de la bolivianidad, fue donde se prendió la llama de la libertad un 25 de mayo de 1809, que iluminó esta parte del continente americano
En los 383 años de existencia de esta vieja casona, desde luego, el acto histórico trascendental y el más importante, fue la Proclamación de la Independencia de Bolivia.
Aquí un día estelar, el sábado 6 de agosto de 1825, nació la Patria, en estos recintos vibró la voz de los 48 representantes de las cinco provincias altoperuanas, que asistieron a la Asamblea Deliberante. El Diputado Secretario Ángel Mariano Moscoso dio lectura al extenso documento recordando que “El furioso león de Iberia que lanzándose desde las columnas de Hércules hasta los imperios de Moctezuma y Atahuallpa había despedazado el desgraciado cuero de América…”
Aquí se bautizo a Bolivia, se dotó de una Constitución Política a esta naciente república.
Se crearon los símbolos patrios, la primera bandera con una franja horizontal roja ancha enmarcada por dos bandas verdes mas estrechas, al centro se encontraban cinco estrellas que representaron a las cinco provincias.
El primer escudo tenia en su interior tres campos horizontales, la franja superior se apreció cinco estrellas que representaron a los cinco departamentos, en el área central se ubicó el árbol del pan y una llama. En la parte superior el cerro de Potosí y dos figuras femeninas ostentaron una cinta con la leyenda “República de Bolívar”.
En el transcurso del tiempo estos emblemas han sufrido varias modificaciones, hasta consolidar los símbolos que en la actualidad ostentamos.
En este sagrado recinto el 12 de julio de 1839, se le otorgó a esta ciudad la justa Capitalidad de Bolivia. Luego de prolongados debates, el Congreso Constituyente presidido por el Honorable Gregorio Reynolds sancionó la siguiente Ley que en su Artículo Primero establece:”La ciudad de Chuquisaca es la Capital de la Republica de Bolivia y conforme a la Ley del 11 de agosto de 1825 se llamará en adelante la Ciudad de Sucre”.
Pero también esta vieja casona fue ultrajada por algunos malos bolivianos, Alcides Arguedas con su pluma mordaz y altiva, refiere un triste episodio de lesa cultura, acaecido el 12 de noviembre de 1848, describe esas escenas de la siguiente manera: “Los soldados de Belzú, comandados por un militar engreído por su valor y apostura torpe, entraron en son de guerra y saqueo a la Capital de Bolivia en la tarde del 12 de noviembre, el Jefe de la Gavilla Gonzalo Lanza, hizo abrir a balazos las puertas y entraron los soldados y las bestias… o si prefieren las bestias y los soldados, la Palacio de los Legisladores, se lanzaron al despilfarro y destrucción de papeles, allí se habían guardado agrupados los archivos del cabildo de la ciudad, las actas de las discusiones legislativas, y muchos otros documentos relacionados con el aconteceder político, social y económico de la nueva nación”.
Finalizada la Guerra Civil de 1898-99, la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”, en actitud patriótica y por voluntad de la Capital Constitucional de Bolivia, asumió la responsabilidad de la conservación de este monumento histórico que recibió el excelso nombre de “Casa de la Libertad”.
Este tricentenario edificio se ha constituido en un repositorio de reliquias históricas, de efigies de personajes que forjaron nuestra historia, de colección de documentos inéditos, posee una rica biblioteca especializada en geografía e historia, colecciones de mapas, periódicos y folletos, muchos de ellos con una antigüedad de tres centurias.
A la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre” le encomendaron a través de un Decreto Supremo de 1939 la custodia de la Casa de la Libertad, misión que fue cumplida hasta 1974, año en que el Supremo Gobierno de la Nación en un Decreto Supremo encomendó al Banco Central de Bolivia la restauración y reparación del edificio. En 1983 el Gobierno Nacional asignó a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia la tuición y administración de este repositorio nacional.
La Casa de la Libertad, representa la lucha del pueblo por conseguir si independencia, esta casa en Bolivia, donde se inspira el culto eterno a los héroes, y se infunde el respecto a la bendita tricolor nacional.
¡Aquí nació Bolivia!
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